sábado, 30 de marzo de 2013

MARIANGULA

La historia cuenta sobre una niña de una edad de 14 años, su madre vendía tripa mishqui, (es una comida tradicional que son tripas de res y se las pone sobre un brasero con carbón caliente para que vaya cociéndose lentamente, de los cual bota un aroma penetrante), esto se lo vende en una de las esquina de la ciudad colonial en Quito. 

En una ocasión la madre de Mariangula mandó a comprar tripas, pero como esta niña era muy inquieta se fue a jugar con sus amigos e hizo caso omiso al mandado de su madre y para colmo se gastó el dinero para la compra de las tripas.
La niña preocupada por lo sucedido se imaginaba que su madre le iba a pegar.
Entre la preocupación de la Mariangula que caminaba por las calles paso por el cementerio, y se le ocurrió la macabra idea de sacarle las tripas de uno de los muertos que recién lo habían enterrado las sacó y las llevo a su mamá para que las vendiera y en efecto logro su objetivo para no ser castigada, las tripas se vendieron muy bien cosa que a todo el que compraba le gusto y en algunos casos se repitieron. 
Ya en horas de las noche, en casa donde vivía con su familia era una casa tradicional de dos pisos como las que hay en Quito colonial, Mariangula se acordaba de lo que había hecho. Cuando de repente escucho la puerta que se abrió fuertemente, ero lo trágico es que ella era la única que escuchaba aquellos ruidos y los demás seguían muy dormidos como si no pasaba nada, a pesar de los muchos ruidos que se escuchaba en la casa.Cuando los ruidos era muy fuertes y se podían escuchar con claridad puso mucha atención que decían:" Marianguuula , dame mis tripas y mi pusún que te robaste de mi santa sepultura"Aquella voz se escuchaba cada vez más cerca de su habitación y Mariangula se iba poniendo muy asustada ya que se escuchaba los pasos que subían por las escaleras y la voz se hacía más fuerte:"Marianguuula, dame mis tripas y mi pusún que me robaste de mi santa sepultura".
Ella se ponía pensaba sobre lo que hizo y como que podía hacer para salvarse y en especial qué es lo que le iban hacer estos seres. Cuando de repente encontró una navaja o cuchillo y se cortó su estómago. Cuando los seres entraron a la habitación de Mariangula estaba con sus tripas regadas en la cama muriéndose lentamente y estos seres desaparecieron. 
Se dice que la madre de Mariangula vende ahora"carne en palito" en lugar de tripa mishqui el chuzo o palito le sirve a Mariangula para defenderse de los fantasmas




LA CAJA RONCA


En Ibarra se dice de dos grandes amigos, Manuel y Carlos, a los cuales cierto día se les fue encomendado, por don Martín (papa de Carlos), un encargo el cual consistía en que llegasen hasta cierto potrero, sacasen  de la asequia, y regasen la sementería de papas de la familia, la cual estaba a punto de echarse a perder. Ya en la noche, muy noche, se les podía encontrar a los dos caminando entre los oscuros callejones, donde a medida que avanzaban, se escuchaba cada vez más intensamente el escalofriante "tararán-tararán". Con los nervios de punta, decidieron ocultarse tras la pared de una casa abandonada, desde donde vivieron una escena que cambiaría sus vidas para siempre... 


Unos cuerpos flotantes encapuchados, con velas largas apagadas, cruzaron el lugar llevando una carroza montada por un ser temible de curvos cuernos, afilados dientes de lobo, y unos ojos de serpiente que inquietaban hasta el alma del más valiente. Siguiendole , se lo podía ver a un individuo de blanco semblante, casi transparente, que tocaba una especie de tambor, del cual venía el escuchado "tararán-tararán".
He aqui el horror, recordando ciertas historias contadas de boca de sus abulitos y abuelitas, reconocieron el tambor que llevaba aquel ser blanquecino, era nada más ni nada menos que la legendaria caja ronca. 
Al ver este objeto tan nombrado por sus abuelos, los dos amigos, muertos de miedo, se desplomaron al instante.Minutos despues, llenos de horror, Carlos y Manuel despertaron, mas la pesadilla no había llegado a su fin. Llevaban consigo, cogidos de la mano, una vela de aquellas que sostenían los seres encapuchados, solo que no eran simples velas, para que no se olvidasen de aquel sueño de horror, dichas velas eran huesos fríos de muerto. Un llanto de desesperación despertó a los pocos vecinos del lugar.En aquel oscuro lugar, encontraron a los dos temblando de pies a cabeza murmurando ciertas palabras inentendibles, las que cesaron después de que las familias Dominguez y Guanoluisa (los vecinos), hicieron todo intento por calmarlos.

Después de ciertas discusiones entre dichas familias, los jóvenes regresaron a casa de don Martín al que le contaron lo ocurrido. Por supuesto, Martín no les creyó ni una palbra, tachandoles así de vagos.
Después del incidente, nunca se volvió a oir el "tararán-tararán" entre las calles de Ibarra, pero la marca de aquella noche de terror, nunca se borrara en Manuel ni en Carlos.Ojala así aprendan a no volver a rondar en la oscuridad a esas horas de la noche

La leyenda de Cantuña


Cuenta la leyenda que en la antigua ciudad colonial de Quito, vivía entre tantos, un indio llamado Cantuña. Hombre hábil en el arte de la cerrajería, carpintería y en especial de la albañilería. Fue contratado por los Frailes Franciscanos para la construcción del atrio del convento Máximo de San Francisco de Quito.
El indígena comenzó la construcción del atrio pero lamentablemente el tiempo que disponía era muy corto. Pasaron los días y la construcción aún faltaba de terminar por lo que Cantuña poco a poco empezó a desesperarse.Llegó el momento en que faltaba tan sólo un día para la entrega de la obra, y el atrio aún no estaba culminado. Al verse impotente ante la falta del compromiso adquirido, Cantuña cayó en desesperación y la aflicción se apoderó de él. En esos precisos momentos, se apareció ante el asustado indígena, Lucifer, el amo del infierno.
El miedo y la desesperación se apoderaron de Cantuña al ver la imagen de tan temible ser, el cual con voz profunda y ronca exclamó:
¡Cantuña!. Aquí estoy para ayudarte. Conozco tu angustia. Te ayudaré a construir el atrio incompleto antes que aparezca el nuevo día. A cambio, me pagarás con tu alma.
Ante tal propuesta y producto de la desesperación y el miedo, Cantuña aceptó el trato, solamente pidió una condición, que sean colocadas absolutamente todas las piedras. El diablo aceptó, le pareció una condición absurda y simple de cumplir.Inmediatamente los "Diablillos" a órdenes de Lucifer empezaron a construir el Atrio de San Francisco y en pocas horas fueron dando forma a la monumental obra arquitectónica.Efectivamente, al pasar las horas, el gran atrio estaba culminado. Tal como lo ofreciera Lucifer, la obra se culminó antes de la media noche, fue entonces el momento indicado para cobrar el alto precio por la construcción, el "alma de Cantuña".
Sin embargo, el diablo al momento de llevarse el alma del indio, éste lo detuvo con una timorata actitud.
¡Un momento! - dijo Cantuña. ¡El trato ha sido incumplido! Me ofreciste colocar hasta la última piedra de la construcción y no fue así. Falta una piedra. ¡El trato ha sido incumplido! En aquel momento Cantuña sacó, debajo de su poncho, una roca que la había escondido muy sigilosamente antes de que los demonios comenzaran su obra.
Lucifer, atónito, vió en instantes como un simple mortal le había engañado de la manera más simple. Cantuña salvó de esta forma su alma, y el diablo sintiéndose burlado, se refugió en los infiernos sin su paga.

viernes, 29 de marzo de 2013

LEYENDAS ECUATORIANAS

Las leyendas ecuatorianas en su mayoría tienen su origen en época de la conquista española nace de anécdotas y experiencias de celebres  de ese tiempo que al ser transmitidos de una a otra persona el ingenio popular va dejando sus huellas hasta convertirla en una  un tanto real y un tanto ficticia, que se han ido contando de generación en generación
Leyendas

Las leyendas son una rica manifestación de la cultura, son narraciones orales o escritas;  las cuales proporcionan elementos imaginativos, llenas de creatividad,  que pueden haberse basado, inicialmente, en un elemento real.Se transmiten, por lo general, de generación en generación y suelen tener modificaciones o añadiduras a lo largo del tiempo.Leyenda es una palabra que proviene del latín y significa: lo que debe ser leído.  Es una narración que debe ser leída, en voz alta y en público; generalmente, se utilizaba en los monasterios e iglesias para la edificación de los fieles cuando celebraban la festividad de un santo.En el ámbito literario, es una narración ficticia, de origen oral que apela a elementos maravillosos que están ligados con elementos cotidianos. Se relacionan con una comunidad, en un momento u acontecimiento específico, y se centran alrededor de personas, que más tarde se convierten en legendarios.Por lo general, las leyendas tienen un núcleo histórico real que son ampliados con motivos imaginarios, de etimología popular y radicada en la cultura.